En la última década, el sector sanitario ha empezado por fin a reconocer el papel vital de los trabajadores sanitarios comunitarios. Por ejemplo, cerca de la mitad de los Estados (Abre en ventana nueva) reembolsan ahora los servicios de los trabajadores sanitarios comunitarios a través de Medicaid, y el año pasado Medicare incluyó por primera vez los servicios de los trabajadores sanitarios comunitarios en su lista de honorarios médicos.

Pero sin las herramientas adecuadas, los trabajadores sanitarios de la comunidad suelen ser incapaces de conseguir estos nuevos pagos. Esto se debe a que nunca han sido contratados por planes de salud, aceptado derivaciones, presentado reclamaciones o necesitado cumplir los complejos requisitos de conformidad del sistema sanitario general. 

Una empresa emergente de Los Ángeles llamada Pear Suite(Abre en ventana nueva) tiene la misión de resolver este problema. Hace dos semanas, un panel de tres jueces de capital riesgo coronó a la empresa como ganadora del concurso INVEST Pitch Perfect(Abre en una ventana nueva) de MedCityNews, en la categoría de tecnología de pagadores/proveedores, por delante de otras cinco startups del sector.

"Pear Suite convierte a los trabajadores sanitarios de la comunidad en un motor escalable para la atención basada en el valor, alcanzando el santo grial de la atención sanitaria: mejores resultados, menores costes y mayor acceso", declaró Rohit Nuwal, socio de TELUS Global Ventures(Abre en ventana nueva) y uno de los jueces del concurso.

En EE.UU. hay unos 4 millones de trabajadores sanitarios comunitarios, y su labor es clave para abordar los determinantes sociales de la salud, como la seguridad alimentaria, la vivienda y el transporte, señaló Colby Takeda, director general de Pear Suite.

Takeda define a los agentes de salud comunitarios como trabajadores de primera línea que actúan como enlace de confianza entre las comunidades y el sistema sanitario, ayudando a las personas a navegar por la atención, acceder a los recursos y abordar las necesidades sociales. Los trabajadores suelen aportar su propia experiencia, lo que puede hacer que los pacientes se sientan más cómodos interactuando con el sistema sanitario, explica.

"Son los superhéroes de la sanidad pública de primera línea que abordan los retos sanitarios y sociales. A veces se les llama doulas, coordinadores de cuidados, navegadores o defensores de la salud. Reciben muchos nombres distintos", señala Takeda.

Para seguir leyendo este artículo, haga clic aquí.